CRÓNICA DEL 29º SALÓ DEL CÒMIC DE BARCELONA
Crónica: Fernando Ceballos
(con anotaciones de Javier Alcázar y José Manuel Hinojosa)
Fotografías: Fco. Javier Alcázar y F. Ceballos
Una vez más, el Saló Internacional del Còmic de Barcelona tuvo lugar en la que viene siendo su sede habitual desde hace ya algunos años: el recinto ferial de Montjuïc. Este año se celebraba la 29ª edición. Aquél que tenga la oportunidad de visitar el Saló por vez primera se encontrará a gusto en una ciudad de la cual han procedido la mayoría de los tebeos editados en nuestro país, y a aquella persona cuya niñez haya trascurrido durante las últimas décadas del pasado siglo XX y haya tenido al alcance de la mano aquellos tebeos de Planeta DeAgostini (a través de su sello Forum), Zinco o Bruguera, el Saló del Còmic de Barcelona puede darle la sensación de estar en la meca del tebeo en España.
14-IV-2011. Jueves
Un primer paseo por los numerosos stands de tiendas y editoriales que teníamos este año en el Saló nos permitió comprobar que algunas han vuelto a repetir este año, pero otras no se hallaban en el lugar que ocupaban en otras ediciones anteriores del Saló. La tan nombrada crisis acuciaba también al sector, y por éste u otros motivos se hallaban ausentes importantes editoriales, como Panini, y bastantes vendedores habituales. No sólo había descendido el número de puestos, también la asistencia de público; el viernes resultó notorio que la afluencia de público era considerablemente menor que la de años anteriores. También comprobamos que cada vez es mayor la proporción de puestos con accesorios, productos anejos a los tebeos y chucherías.
Una de las primeras cosas que el visitante encontraba al entrar en el recinto era una exposición sobre los gatos en el mundo del cómic, titulada Maullidos entre viñetas. En ella se hacía un recorrido cronológico por algunos de los felinos y personajes gatunos más famosos del medio, con muestras de Krazy Kat (había un estupendo original coloreado que resultó ser una de las piezas estrella expuestas este año en el Saló). También podían verse expuestas páginas de Corben, del Pumby de Sanchis para Editorial Valenciana, de Felina (personaje de la dibujante Annie Goetzinger), Cat Woman (la de DC Comics), La Gata Negra (de Marvel), Garfield, Pafcat (el compañero de Pafman, creación de Joaquín Cera), el gato de Perich o Blacksad, personaje del que, al día siguiente, se colocó una estatua que lo representaba sentado y con un ojo morado. Destacaban otros originales de Foster, Herriman y Corben.
Justo al lado se había montado una interesante exposición sobre Tarzan, mostrando ejemplares originales de autores como Harold Foster o Burne Hogarth. Enfrente de estas dos exposiciones había otra dedicada a la visión de varios humoristas gráficos sobre el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, nutrida con muchas fotocopias ampliadas.
Durante esa jornada también nos internamos en los espacios dedicados a promocionar películas próximas a estrenarse que están basadas en cómics, protagonizados por personajes como Thor, Capitán América, Linterna Verde o el Capitán Trueno. En estos espacios se podían ver los tráileres en español, muestras de los productos relacionados con estas películas que genera la industria cinematográfica (juguetes sobre todo); además, era posible fotografiarse sosteniendo el escudo del Capitán América o el martillo de Thor, o ver el vestuario de la película del Capitán Trueno.
Pudimos saludar durante nuestros paseos por el Salón este día al simpático Carlos Azagra y a su mujer, colorista de sus páginas; al perfeccionista Joan Navarro (por esta razón no había salido a la venta el anunciado Diccionario de Cómic en Catalán de Jordi Riera), a los socios de TEBEOSFERA Jaume Vaquer, Antonio Martín o Álvaro Pons, algún entrevistado del último número de nuestra revista, como Carlos Bribián, o a colaboradores externos de nuestro Gran Catálogo, como Rogelio Blanco, conocido vendedor de cómics, o al que fuera nuestro redactor jefe Javier Mora.
Asistimos a algunos de los actos organizados por Ficomic en la sala de actos del Saló. En concreto, se habían programado para aquella tarde estos tres:
1. Mesa redonda titulada: Avanti, fumetto italiano! Comenzó a las las cuatro de la tarde e intervenían autores italianos como Alfredo Castelli, Giancarlo Alessandrini, Igort y Manuele Fiort, moderando Laura. Hablaron los ponentes sobre la actualidad del cómic en Italia, comparando la situación actual de la historieta en España (casi desaparecida de los quioscos desde 1996, excepto ejemplos como El Jueves) con la de los fumetti italianos (con los tebeos de la factoría Disney, etc.).
2. A continuación se presentó, a las cinco y media, la Rebel Legion de Star Wars, un grupo de aficionados a la saga galáctica que, vestidos como los personajes de la Rebelión (los que en las películas clásicas luchaban contra el Imperio), animaban a los asistentes a hacerse socios para, disfrazados, intervenir en inauguraciones de librerías de cómics o actos benéficos en hospitales, etc.
3. Como último acto del día comenzó a las seis y media la charla titulada Maullidos entre viñetas, que complementaba la exposición felina del Saló. A la charla, moderada por Carles Prats, asistieron autores como Annie Goetzinger (dibujante de la serie Felina, con guión deVictor Mora, José Fonollosa (autor del cómic publicado en Internet Miau), y Diego Olmos (autor de H2Octopus y dibujante de Cat Woman para la DC).
Tras el acto pudimos hablar con José Fonollosa, comentándole el acierto al haber realizado la obra Miau (sobre las vicisitudes diarias de un par de gatas caseras, historieta basada en su propia experiencia como dueño de dos gatas). Nos comentó que le habían propuesto realizar “Guau”, en este caso sobre cánidos, pero había desestimado hacerlo al no tener experiencia como dueño de perros.
Visitamos este día en primer lugar la fabulosa exposición sobre Tarzan aprovechando que el mito literario cumplía este año noventa y nueve años de su primera edición. La exposición estaba situada a la derecha de la puerta de entrada al recinto, bien visible y justo enfrente de la exposición felina. En esta muestra podían contemplarse páginas originales de Harold Foster, cuyo estilo detallista era admirado por el público y comparado con el dinamismo de la obra de Hogarth. En la misma exposición podían verse también trabajos de otros autores como Rex Maxon, Richard Corben, John Celardo o Bernie Wrightson, e incluso originales de obras españolas inspiradas en Tarzan como las series Pequeño Pantera Negra, de los hermanos Quesada, o El hombre de piedra, de Manuel Gago.
Después nos dirigimos al espacio dedicado a la exposición Maquetas en acción, en la que pudimos contemplar un impresionante despliegue de tanques y miniaturas militares a escala del muñeco Geiperman, y donde además se mostraban personajes de tebeo representados con figuras, tales como El Soldado Desconocido o El Capitán América y su mayor enemigo, Cráneo Rojo. Cerca de este lugar estaba el espacio reservado a la Rebel Legion y a la Legión 501 de Star Wars, y allí se podían ver productos derivados de las películas (maquetas, figuras de personajes o tebeos...) de la famosa saga galáctica y donde participamos (sin fortuna) en el sorteo de un busto de la princesa Leia como esclava, tal y como aparecía en El retorno del Jedi.
Al lado había una cafetería y los espacios dedicados a los juegos de la casa Devir, con el nuevo que habían sacado hacía poco al mercado sobre la serie de TVE Águila Roja o a los ya clásicos de la casa (como el de Yu-Gi-Oh!). El resto de la mañana lo dedicamos a visitar las tiendas del Saló y a conseguir una dedicatoria de Azagra, que firmaba en el stand de El Jueves a partir de las doce, con el que intercambiamos algunas palabras sobre el dibujo como afición y sobre lugares como Cantabria.
Por la tarde intentamos conseguir dedicatorias del guionista americano Kurt Busiek (entre otras obras, responsable de Los Vengadores, con dibujo de George Pérez para la editorial Marvel), en el stand de Norma, a partir de las seis de la tarde, o la de Jordi Bernet, de nuevo en el stand de El Jueves a partir de las siete. Este año, las editoriales habían impuesto la norma de no permitir dedicatorias sobre obras que no hubieran sido publicadas por el sello en el que se hallaba el autor invitado, lo cual pudimos comprobar en los puestos de Norma, Ediciones B, Glénat o Planeta. Pese a todo, logramos (discretamente) que Busiek nos dedicara un ejemplar de Los Vengadores, edición de Forum, en el stand de firmas de Norma.
La firma que más costó conseguir (en tiempo) fue la de Bernet, ya que había aficionados que llevaban numerosos ejemplares para que fueran dedicados por el propio Bernet. Con este autor hablamos de la serie Andrax, recopilada hace años por el sello Toutain en cuadernos, luego recogidos en dos retapados. Una vez conseguidas las firmas, encontramos un puesto en el que se comerciaba con originales de Eisner o de Harold Foster.
En el espacio que Ficomic había reservado a modo de sala de conferencias estuvimos en la presentación, a las cuatro de la tarde, del proyecto del futuro Museo del Cómic (denominado el “CACI”, siglas de Centro de las Artes del Comic y la Ilustración), que se construirá en Badalona. La presentación fue llevada a cabo por el arquitecto Miquel Espinet, Antoni Laporte (coordinador del proyecto CACI) y Carles Santamaría (director del Saló del Còmic de Barcelona).
El arquitecto explicó que ya había acabado la primera fase de rehabilitación de un antiguo edificio usado como fábrica y construido a principios del siglo XX, y que ahora comenzaría la segunda, que abarcaría desde el presente 2011 hasta su apertura, calculada aproximadamente hacia el año 2014. A continuación, el coordinador del proyecto CACI nos contó qué se estaba haciendo para conseguir patrocinadores, colecciones permanentes, etc. Se comentó que tenían pensado adquirir el gran archivo de Bruguera (es decir, el fondo que B tiene de Bruguera y del TBO, también adquirido por esta editora) para guardarlo, protegerlo y poder estudiarlo y difundirlo entre las generaciones futuras.
Inquiridos los miembros de la mesa acerca de la posibilidad de futuros rescates del fondo Bruguera y sobre la difusión del cómic como medio de expresión en general entre la sociedad, respondieron que tenían esa idea y que, en efecto, parte de la labor de difusión de las colecciones (la temporal y las permanentes) era divulgar lo que ha significado y significa el tebeo para nuestra sociedad.
En un rincón del Saló cercano a la puerta de salida se mostraba una maqueta de cómo iba a quedar el museo en el futuro, y varios paneles expositivos explicaban en qué consiste el proyecto que se estaba llevando a cabo.
El resto de la tarde lo pasamos visitando otros puestos, en los que se podía encontrar todo tipo de fanzines (muchos autores con los que hablamos mostraron interés en la labor de TEBEOSFERA y reconocían sus méritos), y hallamos una sección dedicada por completo al cine, la literatura y el cómic de zombies. Era un enorme espacio el que Ficomic había dedicado este año a los zombies, fenómeno de moda gracias a series televisivas como Walking dead o la colección homónima de tebeos que viene siendo editada desde hace tiempo por Planeta DeAgostini. A la vista de aquello no resultaba muy aventurado adivinar a qué obra se le iba a otorgar el premio al mejor cómic internacional de este año. En esta sección pudimos encontrar, como en casi todo el Saló, una impresionante masa de fans disfrazados para la ocasión, reconociendo que algunos de los disfraces resultaban de lo más meritorio.
En el espacio zombi había varias muestras y exposiciones dedicadas a las películas clásicas sobre la temática de los muertos vivientes. Nos llamaron la atención varios ejemplares de dibujantes tales como Monteys, Jordi Bernet, Mariscal o Jan sobre el asunto estrella este año en el Saló. La exposición zombi contaba con un taller de maquillaje donde te podían caracterizar como muerto en vida (no faltaron numerosos aficionados vestidos como tales por todo el Saló este año).
Como colofón a esta jornada nos dirigimos al establecimiento FNAC sito en la plaza de toros de La Monumental, en la plaza de España, reconvertida en centro comercial con un museo dedicado al rock en los pisos superiores y con varios comercios repartidos por toda su superficie. Allí adquirimos los álbumes número 27 (“La vila del llac dels Barrufets”) y 28 (“La Gran Barrufeta”) de Los Pitufos que la editorial Base sacaba a la venta justo este día en Barcelona en lengua catalana y que, a día de hoy, están inéditos en castellano, junto con un par de álbumes más de los últimos editados en Bélgica, país de origen de esta serie. Confiamos que sea el comienzo de una nueva edición de la obra de Peyo en España, ya que juzgamos que algunas de sus series no han tenido la suficiente atención por parte de las editoras españolas.
Esa noche se otorgaron los premios del Saló de este año. Uno de los corresponsales estaba con el equipo de Malavida (Dionisio Platel, Kalitos, XCar, Iru, Chefo, Dani) y con el guionista Dani García-Nieto cuando les concedieron el premio popular a la mejor revista nacional y al mejor guionista. Tras unos primeros momentos de confusión, pues los premiados no se lo creían, todo quedó aclarado cuando Óscar Senar trajo consigo los trofeos y se celebró el acontecimiento como se merecía.
La afluencia de público el sábado y el domingo fue mayor, considerablemente mayor, que la del viernes (y como más tarde anunció Joan Navarro en su blog, parece que las ventas este año aumentaron, finalmente). Costó caminar durante toda la jornada del sábado, y el número de chavales disfrazados era impresionante (por su cuenta y los zombis del evento, claro).
El sábado era día de firmas y dedicatorias. Nos propusimos conseguir las de autores como Angelo Stano, Paco Roca, Manel Fontdevila, Jan o Ibáñez.
En cuanto a firmas de ejemplares, la sensación resultaba contradictoria, ya que había autores que estaban firmando bastante poco frente a otros que disfrutaban de colas interminables, el que más Ibáñez, pero cerca le anduvieron los autores de El Jueves (Kim, Bernet, Monteys, Guille, Rubén Fernández, Edgar…). Algunas de las beneficiadas con muchos fans fueron las autoras jóvenes de manga, como la arandina Belén Ortega o la sevillana Irene Roga, que firmaron mucho en el stand de Glènat. Cerca de esta última hallamos a Eugenia Lara, directora del Salón de Manga de Sevilla, que está desarrollando una interesante labor didáctica con respecto al manga en colegios e institutos, ya que organiza talleres para alumnos, que así aprenden a conocer otras obras más alejadas del academicismo. Esta labor también la ha llevado a cabo Irene Roga con estudiantes de sexto de primaria que, según nos cuenta la misma autora, acabaron encantados con la experiencia. Es obvio que a veces una mirada diferente a la educación resulta de lo más refrescante, y los alumnos lo agradecen mucho.
La primera firma conseguida fue la de Angelo Stano (dibujante y coautor de la serie Dylan Dog con el guionista Tiziano Sclavi y el portadista Claudio Villa), que, firmaba aquella mañana en el stand de Aleta Ediciones a partir de las once. Sorprendía ver la poca gente allí esperando a que Stano plasmara su firma y dibujos en sus tebeos y cuadernos. Aprovechamos para, entre felicitaciones por su maestría con el dibujo y con la serie del detective de lo sobrenatural, preguntarle su opinión acerca del próximo estreno de la película con actores reales, manifestando él su disconformidad con el proyecto cinematográfico, aunque prefirió no hablar mucho del tema por sentirse incómodo con el asunto.
En el puesto de B intentamos conseguir la dedicatoria de Jan, que firmaba a partir de mediodía. En la cola nos encontramos con Raúl Suay, Carlos De Gregorio y David Fraile, todos ellos colaboradores de TEBEOSFERA. Allí comprobamos que Ediciones B no permitía a sus autores firmar tebeos no editados por esta editorial. En concreto, un aficionado se quedó sin que Jan plasmara un Superlópez en el tomo dedicado a este personaje de la colección Clásicos del Humor de RBA Editores (a los que B había licenciado para que sacaran a la venta esta colección), por lo que Jan le hizo un dibujo en un cuaderno que llevaba.
Después de comer, el objetivo era la cola de Ibáñez (que empezó a firmar a las cinco en el stand de Ediciones B), que presumíamos que iba a ser larga como era habitual, y más siendo aquel el día de mayor afluencia de público. En la cola saludamos a otro miembro de TEBEOSFERA, Dionisio Platel, con el que compartimos un rato de charla, e hicimos un dibujo que le entregamos a Ibáñez durante nuestro turno (aproximadamente una hora y veinte minutos después de iniciada la espera).
Tras las firmas de Ibáñez visitamos a Rosa Segura, la que fuera secretaria del director del TBO Albert Viña, en cuya casa nos encontramos Dafne Ruiz y yo con Carlos De Gregorio. Hablamos sobre el TBO, la actual colección que Salvat está sacando a las librerías y kioscos con los números extraordinarios y de los tebeos en general.
Hay que madrugar para visitar cómodamente el mercado de San Antonio, una cita ya clásica dentro de los días del Saló para aquellos coleccionistas de tebeos que gustan de andar entre puestos de libros viejos y tebeos de ocasión y de segunda mano. Allí coincidimos con Carlos De Gregorio de nuevo y juntos comparamos algunos deliciosos tebeos: el TBO especial dedicado al 50º aniversario de la revista (1917 – 1967), una edición facsímil de los 18 números de la colección de Humor de Bolsillo de Hispano Americana de Ediciones, cuyos originales salieron a la venta a principios de los años cincuenta del pasado siglo y que fueron dibujados por autores como Manuel Vázquez, José Escobar o Conti.
De nuevo en el Saló, nos dirigimos hacia las colas de Cera y Ramis, quienes firmaban a partir de las doce en el stand de B. Con estos autores hablamos sobre la idea de sacar en el formato de los Super Humor unas antologías de sus obras, y también de la próxima salida (para junio de este 2011) del próximo álbum de Pafman, titulado "La Tierra Mediocre", que será una parodia del género fantástico al estilo de la obra de Tolkien.
Durante la tarde de ese día pasamos por los espacios expositivos reservados a obras recientemente editadas como El arte de volar —de Antonio Altarriba y Kim—, la dedicada a la obra del dibujante Rubén Pellejero, autor del cartel de este año, muy gratificante y atractiva sobre todo por la gran calidad de la obra de este autor, o la titulada De perdidos al Rillo. Es de destacar también que en el Saló había además un espacio dedicado al Museo Hergé, en el que a través de vídeos se mostraba la construcción del museo y lugares donde adquirir toda clase de objetos derivados de la obra de Hergé.
Hablamos en el Saló también con autores como Mikel Begoña e Iñaket, que este año presentaban su obra Tristísima ceniza, título tomado de un poema inmensamente triste de Goytisolo. Compartimos con ellos algunas palabras y algunas tapas en una ciudad que se ha engalanado para contemplar el enésimo partido del siglo, otro Madrid-Barcelona. Porque está claro que no sólo de cómics vive el aficionado…
Por cierto, como en años anteriores, se podía cambiar la entrada al Salón por un tebeo en el stand que tenía Ficomic justo enfrente de la puerta de entrada. La novedad este año consistió en comprobar que la mayoría de tebeos que tenía Ficomic preparados para el trueque eran de tapa dura y de series europeas, tales como Iznogud, Blueberry, Blake y Mortimer o algunos ejemplares de las series Paracuellos y Los profesionales, de Carlos Giménez. Este año había pocos mangas para intercambiar por entradas, tan sólo vimos Love Hina. Repartir tebeos europeos con este formato ha sido un acierto, pues consideramos que han sido aceptados mejor por el público (otros años los tebeos repartidos, sobre todo mangas, acababan a veces rotos y por el suelo).
Terminado el Saló, uno se queda con sensación de tristeza y nostalgia por el certamen, aunque se espera que el del año que viene sea especial, debido a que cumple su 30º aniversario. También acabamos cansados. Se han echado de menos en esta edición las consignas sobre donde dejar bultos y compras para andar despreocupados y más ligeros, como sí se hace en Expócomic de Madrid.
Una de las primeras cosas que el visitante encontraba al entrar en el recinto era una exposición sobre los gatos en el mundo del cómic, titulada Maullidos entre viñetas. En ella se hacía un recorrido cronológico por algunos de los felinos y personajes gatunos más famosos del medio, con muestras de Krazy Kat (había un estupendo original coloreado que resultó ser una de las piezas estrella expuestas este año en el Saló). También podían verse expuestas páginas de Corben, del Pumby de Sanchis para Editorial Valenciana, de Felina (personaje de la dibujante Annie Goetzinger), Cat Woman (la de DC Comics), La Gata Negra (de Marvel), Garfield, Pafcat (el compañero de Pafman, creación de Joaquín Cera), el gato de Perich o Blacksad, personaje del que, al día siguiente, se colocó una estatua que lo representaba sentado y con un ojo morado. Destacaban otros originales de Foster, Herriman y Corben.
La expo de Tarzán
Justo al lado se había montado una interesante exposición sobre Tarzan, mostrando ejemplares originales de autores como Harold Foster o Burne Hogarth. Enfrente de estas dos exposiciones había otra dedicada a la visión de varios humoristas gráficos sobre el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, nutrida con muchas fotocopias ampliadas.
Durante esa jornada también nos internamos en los espacios dedicados a promocionar películas próximas a estrenarse que están basadas en cómics, protagonizados por personajes como Thor, Capitán América, Linterna Verde o el Capitán Trueno. En estos espacios se podían ver los tráileres en español, muestras de los productos relacionados con estas películas que genera la industria cinematográfica (juguetes sobre todo); además, era posible fotografiarse sosteniendo el escudo del Capitán América o el martillo de Thor, o ver el vestuario de la película del Capitán Trueno.
Pudimos saludar durante nuestros paseos por el Salón este día al simpático Carlos Azagra y a su mujer, colorista de sus páginas; al perfeccionista Joan Navarro (por esta razón no había salido a la venta el anunciado Diccionario de Cómic en Catalán de Jordi Riera), a los socios de TEBEOSFERA Jaume Vaquer, Antonio Martín o Álvaro Pons, algún entrevistado del último número de nuestra revista, como Carlos Bribián, o a colaboradores externos de nuestro Gran Catálogo, como Rogelio Blanco, conocido vendedor de cómics, o al que fuera nuestro redactor jefe Javier Mora.
Asistimos a algunos de los actos organizados por Ficomic en la sala de actos del Saló. En concreto, se habían programado para aquella tarde estos tres:
1. Mesa redonda titulada: Avanti, fumetto italiano! Comenzó a las las cuatro de la tarde e intervenían autores italianos como Alfredo Castelli, Giancarlo Alessandrini, Igort y Manuele Fiort, moderando Laura. Hablaron los ponentes sobre la actualidad del cómic en Italia, comparando la situación actual de la historieta en España (casi desaparecida de los quioscos desde 1996, excepto ejemplos como El Jueves) con la de los fumetti italianos (con los tebeos de la factoría Disney, etc.).
2. A continuación se presentó, a las cinco y media, la Rebel Legion de Star Wars, un grupo de aficionados a la saga galáctica que, vestidos como los personajes de la Rebelión (los que en las películas clásicas luchaban contra el Imperio), animaban a los asistentes a hacerse socios para, disfrazados, intervenir en inauguraciones de librerías de cómics o actos benéficos en hospitales, etc.
3. Como último acto del día comenzó a las seis y media la charla titulada Maullidos entre viñetas, que complementaba la exposición felina del Saló. A la charla, moderada por Carles Prats, asistieron autores como Annie Goetzinger (dibujante de la serie Felina, con guión deVictor Mora, José Fonollosa (autor del cómic publicado en Internet Miau), y Diego Olmos (autor de H2Octopus y dibujante de Cat Woman para la DC).
Tras el acto pudimos hablar con José Fonollosa, comentándole el acierto al haber realizado la obra Miau (sobre las vicisitudes diarias de un par de gatas caseras, historieta basada en su propia experiencia como dueño de dos gatas). Nos comentó que le habían propuesto realizar “Guau”, en este caso sobre cánidos, pero había desestimado hacerlo al no tener experiencia como dueño de perros.
15-IV-2011. Viernes
Visitamos este día en primer lugar la fabulosa exposición sobre Tarzan aprovechando que el mito literario cumplía este año noventa y nueve años de su primera edición. La exposición estaba situada a la derecha de la puerta de entrada al recinto, bien visible y justo enfrente de la exposición felina. En esta muestra podían contemplarse páginas originales de Harold Foster, cuyo estilo detallista era admirado por el público y comparado con el dinamismo de la obra de Hogarth. En la misma exposición podían verse también trabajos de otros autores como Rex Maxon, Richard Corben, John Celardo o Bernie Wrightson, e incluso originales de obras españolas inspiradas en Tarzan como las series Pequeño Pantera Negra, de los hermanos Quesada, o El hombre de piedra, de Manuel Gago.
Después nos dirigimos al espacio dedicado a la exposición Maquetas en acción, en la que pudimos contemplar un impresionante despliegue de tanques y miniaturas militares a escala del muñeco Geiperman, y donde además se mostraban personajes de tebeo representados con figuras, tales como El Soldado Desconocido o El Capitán América y su mayor enemigo, Cráneo Rojo. Cerca de este lugar estaba el espacio reservado a la Rebel Legion y a la Legión 501 de Star Wars, y allí se podían ver productos derivados de las películas (maquetas, figuras de personajes o tebeos...) de la famosa saga galáctica y donde participamos (sin fortuna) en el sorteo de un busto de la princesa Leia como esclava, tal y como aparecía en El retorno del Jedi.
Al lado había una cafetería y los espacios dedicados a los juegos de la casa Devir, con el nuevo que habían sacado hacía poco al mercado sobre la serie de TVE Águila Roja o a los ya clásicos de la casa (como el de Yu-Gi-Oh!). El resto de la mañana lo dedicamos a visitar las tiendas del Saló y a conseguir una dedicatoria de Azagra, que firmaba en el stand de El Jueves a partir de las doce, con el que intercambiamos algunas palabras sobre el dibujo como afición y sobre lugares como Cantabria.
Por la tarde intentamos conseguir dedicatorias del guionista americano Kurt Busiek (entre otras obras, responsable de Los Vengadores, con dibujo de George Pérez para la editorial Marvel), en el stand de Norma, a partir de las seis de la tarde, o la de Jordi Bernet, de nuevo en el stand de El Jueves a partir de las siete. Este año, las editoriales habían impuesto la norma de no permitir dedicatorias sobre obras que no hubieran sido publicadas por el sello en el que se hallaba el autor invitado, lo cual pudimos comprobar en los puestos de Norma, Ediciones B, Glénat o Planeta. Pese a todo, logramos (discretamente) que Busiek nos dedicara un ejemplar de Los Vengadores, edición de Forum, en el stand de firmas de Norma.
La firma que más costó conseguir (en tiempo) fue la de Bernet, ya que había aficionados que llevaban numerosos ejemplares para que fueran dedicados por el propio Bernet. Con este autor hablamos de la serie Andrax, recopilada hace años por el sello Toutain en cuadernos, luego recogidos en dos retapados. Una vez conseguidas las firmas, encontramos un puesto en el que se comerciaba con originales de Eisner o de Harold Foster.
En el espacio que Ficomic había reservado a modo de sala de conferencias estuvimos en la presentación, a las cuatro de la tarde, del proyecto del futuro Museo del Cómic (denominado el “CACI”, siglas de Centro de las Artes del Comic y la Ilustración), que se construirá en Badalona. La presentación fue llevada a cabo por el arquitecto Miquel Espinet, Antoni Laporte (coordinador del proyecto CACI) y Carles Santamaría (director del Saló del Còmic de Barcelona).
El arquitecto explicó que ya había acabado la primera fase de rehabilitación de un antiguo edificio usado como fábrica y construido a principios del siglo XX, y que ahora comenzaría la segunda, que abarcaría desde el presente 2011 hasta su apertura, calculada aproximadamente hacia el año 2014. A continuación, el coordinador del proyecto CACI nos contó qué se estaba haciendo para conseguir patrocinadores, colecciones permanentes, etc. Se comentó que tenían pensado adquirir el gran archivo de Bruguera (es decir, el fondo que B tiene de Bruguera y del TBO, también adquirido por esta editora) para guardarlo, protegerlo y poder estudiarlo y difundirlo entre las generaciones futuras.
Inquiridos los miembros de la mesa acerca de la posibilidad de futuros rescates del fondo Bruguera y sobre la difusión del cómic como medio de expresión en general entre la sociedad, respondieron que tenían esa idea y que, en efecto, parte de la labor de difusión de las colecciones (la temporal y las permanentes) era divulgar lo que ha significado y significa el tebeo para nuestra sociedad.
En un rincón del Saló cercano a la puerta de salida se mostraba una maqueta de cómo iba a quedar el museo en el futuro, y varios paneles expositivos explicaban en qué consiste el proyecto que se estaba llevando a cabo.
El resto de la tarde lo pasamos visitando otros puestos, en los que se podía encontrar todo tipo de fanzines (muchos autores con los que hablamos mostraron interés en la labor de TEBEOSFERA y reconocían sus méritos), y hallamos una sección dedicada por completo al cine, la literatura y el cómic de zombies. Era un enorme espacio el que Ficomic había dedicado este año a los zombies, fenómeno de moda gracias a series televisivas como Walking dead o la colección homónima de tebeos que viene siendo editada desde hace tiempo por Planeta DeAgostini. A la vista de aquello no resultaba muy aventurado adivinar a qué obra se le iba a otorgar el premio al mejor cómic internacional de este año. En esta sección pudimos encontrar, como en casi todo el Saló, una impresionante masa de fans disfrazados para la ocasión, reconociendo que algunos de los disfraces resultaban de lo más meritorio.
En el espacio zombi había varias muestras y exposiciones dedicadas a las películas clásicas sobre la temática de los muertos vivientes. Nos llamaron la atención varios ejemplares de dibujantes tales como Monteys, Jordi Bernet, Mariscal o Jan sobre el asunto estrella este año en el Saló. La exposición zombi contaba con un taller de maquillaje donde te podían caracterizar como muerto en vida (no faltaron numerosos aficionados vestidos como tales por todo el Saló este año).
Como colofón a esta jornada nos dirigimos al establecimiento FNAC sito en la plaza de toros de La Monumental, en la plaza de España, reconvertida en centro comercial con un museo dedicado al rock en los pisos superiores y con varios comercios repartidos por toda su superficie. Allí adquirimos los álbumes número 27 (“La vila del llac dels Barrufets”) y 28 (“La Gran Barrufeta”) de Los Pitufos que la editorial Base sacaba a la venta justo este día en Barcelona en lengua catalana y que, a día de hoy, están inéditos en castellano, junto con un par de álbumes más de los últimos editados en Bélgica, país de origen de esta serie. Confiamos que sea el comienzo de una nueva edición de la obra de Peyo en España, ya que juzgamos que algunas de sus series no han tenido la suficiente atención por parte de las editoras españolas.
Esa noche se otorgaron los premios del Saló de este año. Uno de los corresponsales estaba con el equipo de Malavida (Dionisio Platel, Kalitos, XCar, Iru, Chefo, Dani) y con el guionista Dani García-Nieto cuando les concedieron el premio popular a la mejor revista nacional y al mejor guionista. Tras unos primeros momentos de confusión, pues los premiados no se lo creían, todo quedó aclarado cuando Óscar Senar trajo consigo los trofeos y se celebró el acontecimiento como se merecía.
16-IV-2011. Sábado
La afluencia de público el sábado y el domingo fue mayor, considerablemente mayor, que la del viernes (y como más tarde anunció Joan Navarro en su blog, parece que las ventas este año aumentaron, finalmente). Costó caminar durante toda la jornada del sábado, y el número de chavales disfrazados era impresionante (por su cuenta y los zombis del evento, claro).
El sábado era día de firmas y dedicatorias. Nos propusimos conseguir las de autores como Angelo Stano, Paco Roca, Manel Fontdevila, Jan o Ibáñez.
En cuanto a firmas de ejemplares, la sensación resultaba contradictoria, ya que había autores que estaban firmando bastante poco frente a otros que disfrutaban de colas interminables, el que más Ibáñez, pero cerca le anduvieron los autores de El Jueves (Kim, Bernet, Monteys, Guille, Rubén Fernández, Edgar…). Algunas de las beneficiadas con muchos fans fueron las autoras jóvenes de manga, como la arandina Belén Ortega o la sevillana Irene Roga, que firmaron mucho en el stand de Glènat. Cerca de esta última hallamos a Eugenia Lara, directora del Salón de Manga de Sevilla, que está desarrollando una interesante labor didáctica con respecto al manga en colegios e institutos, ya que organiza talleres para alumnos, que así aprenden a conocer otras obras más alejadas del academicismo. Esta labor también la ha llevado a cabo Irene Roga con estudiantes de sexto de primaria que, según nos cuenta la misma autora, acabaron encantados con la experiencia. Es obvio que a veces una mirada diferente a la educación resulta de lo más refrescante, y los alumnos lo agradecen mucho.
La primera firma conseguida fue la de Angelo Stano (dibujante y coautor de la serie Dylan Dog con el guionista Tiziano Sclavi y el portadista Claudio Villa), que, firmaba aquella mañana en el stand de Aleta Ediciones a partir de las once. Sorprendía ver la poca gente allí esperando a que Stano plasmara su firma y dibujos en sus tebeos y cuadernos. Aprovechamos para, entre felicitaciones por su maestría con el dibujo y con la serie del detective de lo sobrenatural, preguntarle su opinión acerca del próximo estreno de la película con actores reales, manifestando él su disconformidad con el proyecto cinematográfico, aunque prefirió no hablar mucho del tema por sentirse incómodo con el asunto.
En el puesto de B intentamos conseguir la dedicatoria de Jan, que firmaba a partir de mediodía. En la cola nos encontramos con Raúl Suay, Carlos De Gregorio y David Fraile, todos ellos colaboradores de TEBEOSFERA. Allí comprobamos que Ediciones B no permitía a sus autores firmar tebeos no editados por esta editorial. En concreto, un aficionado se quedó sin que Jan plasmara un Superlópez en el tomo dedicado a este personaje de la colección Clásicos del Humor de RBA Editores (a los que B había licenciado para que sacaran a la venta esta colección), por lo que Jan le hizo un dibujo en un cuaderno que llevaba.
David Rubín, Paco Roca y un señor de camisa... er... con camisa
El cercano stand de El Jueves bromeaba este año con la crisis económica y la subida de la tasa del paro, pues sus montadores lo habían llenado de falsos anuncios laborales. Hicimos cola para que Manel Fontdevila (que había empezado a firmar a partir de las doce) nos dedicara el segundo libro dedicado a su serie La Parejita. En el stand de Bang Ediciones firmaba Paco Roca desde las once y hablamos con él de su libro El invierno del dibujante, obra en la que se retrata el ambiente de los años cincuenta del siglo XX en la editorial Bruguera.
Después de comer, el objetivo era la cola de Ibáñez (que empezó a firmar a las cinco en el stand de Ediciones B), que presumíamos que iba a ser larga como era habitual, y más siendo aquel el día de mayor afluencia de público. En la cola saludamos a otro miembro de TEBEOSFERA, Dionisio Platel, con el que compartimos un rato de charla, e hicimos un dibujo que le entregamos a Ibáñez durante nuestro turno (aproximadamente una hora y veinte minutos después de iniciada la espera).
Tras las firmas de Ibáñez visitamos a Rosa Segura, la que fuera secretaria del director del TBO Albert Viña, en cuya casa nos encontramos Dafne Ruiz y yo con Carlos De Gregorio. Hablamos sobre el TBO, la actual colección que Salvat está sacando a las librerías y kioscos con los números extraordinarios y de los tebeos en general.
17-IV-2011. Domingo
Hay que madrugar para visitar cómodamente el mercado de San Antonio, una cita ya clásica dentro de los días del Saló para aquellos coleccionistas de tebeos que gustan de andar entre puestos de libros viejos y tebeos de ocasión y de segunda mano. Allí coincidimos con Carlos De Gregorio de nuevo y juntos comparamos algunos deliciosos tebeos: el TBO especial dedicado al 50º aniversario de la revista (1917 – 1967), una edición facsímil de los 18 números de la colección de Humor de Bolsillo de Hispano Americana de Ediciones, cuyos originales salieron a la venta a principios de los años cincuenta del pasado siglo y que fueron dibujados por autores como Manuel Vázquez, José Escobar o Conti.
De nuevo en el Saló, nos dirigimos hacia las colas de Cera y Ramis, quienes firmaban a partir de las doce en el stand de B. Con estos autores hablamos sobre la idea de sacar en el formato de los Super Humor unas antologías de sus obras, y también de la próxima salida (para junio de este 2011) del próximo álbum de Pafman, titulado "La Tierra Mediocre", que será una parodia del género fantástico al estilo de la obra de Tolkien.
Durante la tarde de ese día pasamos por los espacios expositivos reservados a obras recientemente editadas como El arte de volar —de Antonio Altarriba y Kim—, la dedicada a la obra del dibujante Rubén Pellejero, autor del cartel de este año, muy gratificante y atractiva sobre todo por la gran calidad de la obra de este autor, o la titulada De perdidos al Rillo. Es de destacar también que en el Saló había además un espacio dedicado al Museo Hergé, en el que a través de vídeos se mostraba la construcción del museo y lugares donde adquirir toda clase de objetos derivados de la obra de Hergé.
Hablamos en el Saló también con autores como Mikel Begoña e Iñaket, que este año presentaban su obra Tristísima ceniza, título tomado de un poema inmensamente triste de Goytisolo. Compartimos con ellos algunas palabras y algunas tapas en una ciudad que se ha engalanado para contemplar el enésimo partido del siglo, otro Madrid-Barcelona. Porque está claro que no sólo de cómics vive el aficionado…
Por cierto, como en años anteriores, se podía cambiar la entrada al Salón por un tebeo en el stand que tenía Ficomic justo enfrente de la puerta de entrada. La novedad este año consistió en comprobar que la mayoría de tebeos que tenía Ficomic preparados para el trueque eran de tapa dura y de series europeas, tales como Iznogud, Blueberry, Blake y Mortimer o algunos ejemplares de las series Paracuellos y Los profesionales, de Carlos Giménez. Este año había pocos mangas para intercambiar por entradas, tan sólo vimos Love Hina. Repartir tebeos europeos con este formato ha sido un acierto, pues consideramos que han sido aceptados mejor por el público (otros años los tebeos repartidos, sobre todo mangas, acababan a veces rotos y por el suelo).
Terminado el Saló, uno se queda con sensación de tristeza y nostalgia por el certamen, aunque se espera que el del año que viene sea especial, debido a que cumple su 30º aniversario. También acabamos cansados. Se han echado de menos en esta edición las consignas sobre donde dejar bultos y compras para andar despreocupados y más ligeros, como sí se hace en Expócomic de Madrid.
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