Imagen de cabecera: puerta de entrada al teatro Lope de Vega, con el cartel, ilustrado por José Luis Ágreda. Abajo: Vista del interior del festival.
Uno de los aciertos de este año ha sido el de abarcar varios terrenos del mundo de la historieta, desde el de autores que trabajan o han trabajado para grandes editoriales americanas, ejemplificados en Chris Claremont, el mítico guionista de los X-Men; Carlos Pacheco, dibujante de los primeros números de la etapa actual de los X-Men, o Jesús Merino, el dibujante de los primeros números del último Superman; hasta el del humor gráfico, con autores de El Jueves como Guillermo, Raúl o Bernardo Vergara, sin olvidar a autores de cómic tan interesantes como Azpiri, Ágreda, Seguí, Calo, Irene Roga, Carlos Hernández o El Torres.
Mesa de humoristas con Raúl, Vergara, Guillermo y Ágreda.
La tarde del viernes estuvo dedicada al humor gráfico, con charla en el Casino de la Exposición en la que se dieron cita Guillermo, autor de la famosa portada de El Jueves secuestrada por la un juez, y Vergara, uno de los humoristas gráficos del diario Público. Fue un encuentro dominado por una sinceridad absoluta y un humor a veces de lo más tierno y otras veces de lo más cruel. En este acto, Guillermo, el autor más activo en la charla, nos contó los problemas con los chistes sobre políticos, y también sobre los chistes que aparecen en Marca, el periódico deportivo de mayor tirada nacional, en el que, como señalaba Guillermo, los chistes no son sobre deporte sino sobre el Real Madrid. Uno de los aspectos más interesantes de esta charla fue reconocer que la libertad de expresión no existe de forma absoluta, ya que según Guillermo se trabaja para una empresa y siempre hay temas que ninguna empresa desea tocar. Vergara se mostró de acuerdo y añadió que quien más llama al periódico en que trabaja para quejarse por sus chistes es la embajada de Israel. Entre los participantes también se hallaba el ilustrador Raúl, que explicó la objetividad con la que ha de ilustrar todos aquellos textos que le envían, esté de acuerdo o no con la opinión que aparezca en ellos, dejando claro que es una delicia absoluta ilustrar los textos de José Antonio Marina, un filósofo con un amor absoluto por la vida. Todos coincidieron en que la revista que ofrecía mayor libertad y con la que habían tenido menos problemas de censura era El Jueves. El handicap de esta charla, como el de muchas otras, fue que el ruido fuera de la sala era muy elevado y apenas podía escucharse a los ponentes, algo a erradicar en próximas ediciones. Parece obvio que tanto bailes como juegos son necesarios para que mucha gente se acerque al Casino de la Exposición, pero la pregunta que deberíamos hacernos es si este tipo de actividades beneficia al mundo de la historieta.
Mesa de fanzinismo, con los artífices de uno de los mejores del país: Adobo.
Tocaba cambiar de lugar y acercarse al edificio de FNAC, para la presentación del libro El gran Vázquez, coordinado por J. J. Vargas (y en el que han escrito varios colaboradores de Tebeosfera, como Javier Alcázar, Jaume Capdevila, Alfons Moliné o Jordi Canyissá), que contaba también con la presencia de Manuel Barrero, quien presentaba su libro Conan: la imagen de un mito. Entre las ideas más interesantes expuestas, habría que resaltar que Vázquez fue un creador adelantado a su tiempo y una persona con una caradura extraordinaria, y la de que Robert E. Howard habría sido uno de los grandes novelistas del siglo pasado si no se hubiese suicidado.
Presentación de un tebeo muy especial, comentado por sus autores, Antonio Moya y Gaspar.
El sábado fue el día más intenso. Por la mañana, en FNAC, se dieron cita varios autores para la correspondiente sesión de firmas, entre los que destacaba Chris Claremont, con cuya esposa, Beth Fleischer, entablamos una pequeña conversación sobre su visita a Andalucía, ya que dos semanas antes habían estado en Granada, de la que solo recordaban el jamón. La cantidad de gente allí congregada hizo que el lugar se quedara angosto debido a las colas para lograr un autógrafo o algún dibujo de los autores allí presentes, como Carlos Pacheco, Jesús Merino, Alfonso Azpiri, Irene Roga, José Luis Ágreda, Bernardo Vergara, Daniel Diosdado, Calo o Bartolomé Seguí.
El redactor del núcleo de esta crónica José Manuel Hinojosa y, a su derecha, Chris Claremont y Roberta Carbone.
A primera hora de la tarde, José Joaquín Rodríguez y Manuel Barrero, codirectores de Historietas, presentaron en el Casino de la Exposición esta revista, la única que existe actualmente con carácter académico y que está especializada en los estudios rigurosos sobre el medio. Este primer número incluye trabajos sobre los tebeos de temática histórica como herramienta pedagógica, sobre la tipificación segregacionista de los personajes árabes en la historieta clásica española, sobre el cómic porno gay y sobre el papel de la mujer en los cómics de superhéroes, además de varias reseñas. Una hora más tarde se presentaron los aspectos más interesantes de la programación de Tebeosfera para el año 2012, entre los que sobresalen el Gran Catálogo de la Historieta de forma impresa (un catálogo que ya ha alcanzado las quince mil colecciones) y el noveno número de la revista, dedicado a la imagen de la mujer en el cómic erótico y pornográfico, un tema que será por vez primera en España tratado con respeto, o eso prometieron.
Dos charlas teóricas (que no ponencias), con José Joaquín Rodríguez, Manuel Barrero y el Vicerrector de Alumnos de la Universidad de Cádiz, David Almorza.
En la foto inferior, la cúpula de Tebeosfera en Sevilla: Javier Alcázar, M. Barrero, Manuel Díaz y Paco Martos.
A las seis llegó la charla multitudinaria con Chris Claremont, Jesús Merino y Carlos Pacheco (que se apropió por completo de esos sesenta minutos, con un humor tan sarcástico como canalla –en el buen sentido-). Los tres autores respondieron a las preguntas del numeroso público que abarrotaba la pequeña sala del Casino. Jesús Merino nos explicó que el diálogo entre guionistas y dibujantes en las grandes editoriales norteamericanas es inexistente, y que, en su caso, él se limita a entregar las páginas que los guionistas le envían. Carlos y Jesús discutieron sobre el lanzamiento de la línea 52 de DC, indicando este último que había sido una gran maniobra, aspecto con el que Pacheco no se mostraba de acuerdo, ya que arguyó inteligentemente que habría que ver el éxito de esta iniciativa en unos meses, cuando las ventas hayan vuelto a su nivel habitual. Claremont aclaró que se encuentra alejado del mundo de los cómics y ahora lee mucha más novela que cómic, aunque recordó que el trabajo de guionista le ha proporcionado grandes amistades, como la que mantiene con Salvador Larroca o el mismo Pacheco, creador que expuso la idea de que las historias realmente apasionantes son aquellas que proceden de grandes caracterizaciones de personajes, como es el caso, obviamente, de las inolvidables tramas de la mejor etapa de los X-Men de Claremont. El cómic Iberia Inc. también afloró en la charla, y Pacheco dejó claro que Marvel está muy lejos de merecerse esta serie pero que, además, recuperarla es prácticamente imposible porque, dijo guasón: “Intento convencer siempre a Rafa Marín, pero no lo consigo; es muy flojo, esa es la verdad, es muy flojo”. La conferencia se cerró con un gran aplauso.
Pacheco y Merino flanqueando a un Claremont que ya no soportaba más las chanzas del gaditano.
Justo después tocaba acercarse a uno de los stands del Casino para ver en directo la llamada “masterclass” de Irene Roga, culminada con una preciosa imagen a color de Ariadna, realizada con una Cintiq. Luego nos concedió unos minutos y nos habló de su trayectoria como autora, del año y medio que tardó en terminar La canción de Ariadna, de la emoción que le produjo ver a un niño de diez años con uno de los ejemplares. Se le iluminaba la cara cada vez que hablaba del nuevo proyecto que se traía entre manos y nos refirió la relación, a veces apasionante, a veces difícil, que se mantiene entre los autores y los aficionados.
La bella Irene Roga trabajando sobre pantalla.
En definitiva, un Encuentro equilibrado en el que han tenido cabida la crítica teórica más respetada, grandes autores de superhéroes, colectivos de fanzines, autores andaluces de altura, autores satíricos y neófitos que acaban de publicar su primer trabajo. Lo peor del festival fue el extraño sabor de boca que dejaba el primer paseo, al comprobar que las actividades anejas a la historieta, sobre todo el cosplay, han terminado por suplantar el protagonismo del cómic en este tipo de encuentros. Lo mejor, indudablemente las exposiciones, sobre todo la de Raúl, estimulante e inolvidable, con un catálogo diseñado por Manuel Ortiz que quita el hipo.
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La exposición de Raúl mostraba originales de gran variedad de estilos. |
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Algunos originales de historieta eran de un tamaño impresionante, como se puede apreciar en esta fotografía. |
Crónica de José Manuel Hinojosa, revisada por Javier Alcázar y Alejandro Capelo.
Fotografías de Javier Sánchez, J. Alcázar y Lucía Seco.