El fallecimiento del gran Francisco Ibáñez, ocurrido el pasado día 15, nos ha dejado muy tocados, y ha removido también muchos recuerdos. Muchos de nosotros hemos releído en estos días nuestras historietas preferidas de Mortadelo y Filemón, Rompetechos o 13, Rue del Percebe, y hemos regresado a la infancia por unos momentos.
La muerte de Ibáñez ha sido lógicamente cubierta con profusion por la prensa nacional (y en la internacional), e incluso ha protagonizado portadas, como las de Marca o Diario Vasco, y las reacciones han sido recogidas también en redes sociales. Hemos podido ver preciosos homenajes de compañeros de profesión como Carlos Giménez, Jan o Paco Roca, sentidos obituarios como el del escritor Javier Pérez Andújar o el de nuestro presidente Manuel Barrero, e interesantes análisis como los del escritor José María Conget o el del periodista Jordi Canyissà (quien, por cierto, presenta en octubre un ensayo titulado Ibáñez. El maestro de la historieta).
Entre los artículos publicados estos días, nos ha hecho especial ilusión uno que hace alusión a una carta de 1980 enviada por un niño de diez años a Ibáñez para pedirle consejo, contestada por éste con cariño y generosidad. Ese niño era nuestro socio Ignacio Fernández Sarasola. No se pierdan esta preciosa historia:
ACyT. Niños para siempre
No hay comentarios:
Publicar un comentario