miércoles, 5 de diciembre de 2012

EXPOCÓMIC 2012


15 AÑOS DE EXPOCÓMIC

Crónica de Expocómic 2012, el XV Salón Internacional del Tebeo de Madrid.


Crónica: Félix López
Reportaje fotográfico: Silvia Sevilla

 
Cartel del salón con ilustración de Max.

Un año más, acudimos a nuestra cita con Expocómic, el Salón Internacional del Tebeo de Madrid, que en esta ocasión celebraba su décima quinta edición, en una circunstancia difícil debido a la complicada situación económica (que sin duda habrá tenido también su repercusión en el presupuesto del festival) y al problema de cambio repentino de sede al que se vio obligada la organización.

El evento tuvo una preparación accidentada que nos hizo temer incluso por su cancelación, cuando pocas semanas antes de su inicio el Ayuntamiento de la capital comunicaba su decisión de cerrar el Pabellón de Cristal del Recinto Ferial de la Casa de Campo -donde estaba previsto que se celebrara- con motivo de una revisión de las medidas de seguridad tras el trágico accidente que tuvo lugar en una macro fiesta celebrada en el recinto Madrid Arena el pasado 1 de noviembre. A pesar de este inesperado giro de las circunstancias que obligaban a planificar un inmediato cambio de sede, la organización supo reaccionar a tiempo y consiguió reubicar el salón y organizarlo todo en apenas una semana, lo que da fe de su profesionalidad.



Varias fotografías de Matadero.

La nueva localización del evento fue Matadero Madrid, o seam las instalaciones del antiguo matadero de la capital, reconvertido desde 2007 en un novedoso espacio cultural multidisciplinar. La nueva situación en principio parecía adecuada, tanto por su céntrica ubicación como por la belleza del entorno, pero principalmente porque implicaba un mayor acercamiento del cómic al mundo del arte y la cultura en función de las actividades que suelen programarse para Matadero Madrid, lo cual podría servir para atraer también a un público distinto del habitual. Esto también tuvo varias consecuencias colaterales que implicaron problemas para el público visitante, como la dispersión y dificultad de localización de los distintos espacios, la falta de indicaciones e información de algunas de las actividades y muy especialmente el menor espacio disponible, que provocó largas colas e importantes aglomeraciones en los días de mayor afluencia, especialmente el sábado por la tarde.

Zona de venta de entradas, el viernes por la mañana.

El festival ocupó diversos espacios del recinto, siendo el principal de ellos la nave número 16, donde se concentró la mayor parte de puestos comerciales, una de las exposiciones (la de Victoria Francés) y el escenario principal. Desde el principio el visitante advertía una importante reducción del espacio disponible y del número de puestos presentes.

Muestra del exterior y varias del interior de la "Nave 16".

En una carpa contigua se habilitó un espacio accesorio donde se ubicó una pequeña cafetería y  varios de los puestos: el de la academia C-10 con sus talleres de dibujo, uno de venta de originales y otro de venta juegos de todo tipo, junto a la zona de juegos de mesa, de rol y de estrategia.

Talleres de la academia C-10 y zona de juegos.

El resto de las exposiciones se distribuyeron en distintos espacios de Matadero, alguno de los cuales nos pareció curioso: el de la “cineteca”, que alojaba la muestra dedicada a Larraz. Un espacio se caracterizaba por su confuso acceso: el que albergaba las viñetas de humor gráfico que celebraban 25 años de relaciones diplomáticas entre España e Israel. Y hubo uno escogido con poco acierto: el de la muestra de la obra pictórica de José María Berenguer, sito en la cafetería de las Naves del Español. En general el nivel de las exposiciones fue inferior al de otros años, y en algún caso como en el de la exposición dedicada a los personajes de Las aventuras del Capitán Torrezno de Santiago Valenzuela, nos pareció sencillamente decepcionante.

De izquierda a derecha y de arriba a abajo, las exposiciones de Larraz, 25 años de relaciones España-Israel, Berenguer (pared de la izquierda) y El Capitán Torrezno de Sergio Valenzuela.


Las presentaciones y charlas ofrecidas fue de una calidad algo irregular, con una mala acústica muy usual en este tipo de festivales (desastrosa en algunas de ellas por problemas técnicos del micrófono y los altavoces) y algunos problemas de organización como la inexplicable ausencia de un moderador en la charla en homenaje a José María Berenguer.

Dos de las charlas del viernes. A la derecha, el homenaje a José María Berenguer.

La organización de las sesiones de firmas fue sin embargo ejemplar, como ya viene siendo habitual, gracias al sistema de listas utilizado en ocasiones anteriores. Entre los autores asistentes destacaron figuras extranjeras como Simon Bisley, Ben Templesmith o Herb Trimpe, pero también importantes firmas nacionales como Max, Salvador Larroca, Azpiri o Sanjulián.


Una de las sesiones de firmas del salón. A la izquierda, Bisley, Alcázar, Larroca y Redondo. A la derecha, Max.

Como es frecuente, además de las sesiones de firmas del salón, algunas editoriales y otras organizaciones organizaron en sus propios puestos sesiones con autores invitados.
Arriba, David Rubín (Astiberri). Abajo a la izquierda Uli Oesterle (Dibbuks) y a la derecha Rubén del Rincón (La Cúpula).


La afluencia de público fue in crescendo, desde la usual escasa presencia de aficionados del jueves, pasando por el sustancial incremento del viernes (aunque con una cómoda circulación), y culminando con las interminables colas y largas esperas del fin de semana, que provocaron no poca frustración entre los aficionados dado el limitado aforo y la cantidad de visitantes.

Como en ocasiones anteriores, el día antes del inicio se anunciaron los premios del salón, donde destacó como gran ganador la segunda parte de Curiosity Shop de las autoras Teresa Martín y Montse Valero. Los dos premios "del patrimonio" fueron entregados a Larraz y al recientemente fallecido Josep María Berenguer:

- Mejor Obra Nacional: Curiosity Shop 2 (Teresa Valero/Montse Martín; EDT)

- Mejor Guionista Nacional: Teresa Valero  (Curiosity Shop 2; EDT)
- Mejor Dibujante Nacional: Montse Martin (Curiosity Shop 2/Talisman; EDT)
- Mejor Obra Internacional: Batman: Flashpoint (Brian Azzarello/Eduardo Risso; ECC Ediciones)
- Mejor Autor/es Revelación: Daniel Sampere (JLA, Batman, Liga de la Justicia Oscura; ECC Ediciones)
- Mejor Fanzine: Dosdé 4. Espiral
- Mejor Webcómic o Cómic on line: RIP
- Premio Oso a labor de una vida: José Ramón Larraz
- Premio Especial Madroño: Josep María Berenguer

En paralelo al salón se desarrollaron varios eventos, como las "Jornadas Comiqueras" organizadas por la FNAC, con mesas redondas y sesiones de firmas de muchos autores nacionales y otros extranjeros. La Casa del Libro presentó asimismo el libro de Ruth Bernárdez Los secretos de Esther, en una animada charla moderada por Javier Mesón en la que la autora estuvo arropada por Carlos Portela y Purita Campos.

Carlos Portela, Purita Campos, Ruth Bernárdez y Javier Mesón.

Como conclusión, a pesar del inesperado cambio de sede -que tuvo un agridulce resultado- y a la difícil situación económica, Expocómic se continúa afianzando como uno de los encuentros clave del medio principalmente gracias a la importante afluencia de público, aunque es evidente que deberá encontrar una ubicación estable, mejor adaptada al crecimiento de la taquilla, y un formato que refuerce las actividades culturales como las charlas o las exposiciones frente a las lúdicas, representadas por los inevitables concursos de karaoke y cosplay que parecen seguir atrayendo adeptos año tras año.


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