La Asociación Cultural Tebeosfera (ACyT), siguiendo la
resolución adoptada por mayoría de votos en su asamblea anual de socios
celebrada en Sevilla el día 14 de mayo, desea exponer su parecer sobre la utilización de parte del fondo documental y de imágenes de tebeosfera.com por la
empresa Whakoom, así como el escaso apoyo recibido por parte de la asociación ACDCómic, a la que pertenecemos.
Tuvimos noticia de la existencia de Whakoom (
www.whakoom.com) en 2013. Se trataba de un proyecto de base
de datos de portadas de cómics definido como “red social”, que tenía como atractivo una funcionalidad para agrupar fichas para formar "colecciones virtuales", al uso de como se viene haciendo hace años en bases bien conocidas como
The ComicBook DataBase o
BDGest’. En octubre de 2013, Whakoom ya se hallaba en fase de pruebas (como se indicó
aquí y
aquí) y en noviembre de 2013 se conoció más a fondo la iniciativa a través de entrevistas
en varios medios (
Zona Negativa [28-11-13],
Nuestros Comics [22-11-13],
Manhattan Comics [8-2-14], La casa de El [10-10-13]). Se hablaba entonces de que en su fase “beta”
esa base de datos contaba ya con 65.000 fichas de cómics españoles, más 100.000 en
curso de incorporación.
Es decir, Whakoom había conseguido en pocos meses crear una base de
datos sobre tebeos españoles (con sus títulos, fechas de arranque, editores asociados y número de ejemplares por colección) que en
Tebeosfera
había implicado varios años de investigación, contrastes y mucho trabajo de catalogación, y con múltiples colaboradores implicados. Los responsables de Whakoom declaraban una plantilla de cinco personas, con solamente una dedicada a la
catalogación. Tras hacer varias consultas en su base de datos comprobamos que muchas colecciones ofrecían exactamente
las mismas imágenes y los mismos datos (fechas de arranque, sellos, autores
participantes) que constaban en Tebeosfera.com a fecha de diciembre de 2013 (lo
comprobamos y registramos entonces, decenas de miles de fichas). De hecho, varias imágenes usadas en Whakoom conservaban la marca de agua que implementamos en un comienzo en
Tebeosfera; muchas otras eran idénticas. La estructura de los datos era la misma también, es decir,
si nosotros habíamos indicado como único autor en la colección de
La Biblia de Editorial Bruguera a Antonio Bernal, ese era el único autor que constaba en esa publicación en Whakoom. Esta empresa observaba las mismas carencias que nosotros y disponía sus datos en el mismo orden que en Tebeosfera.com, aunque sin expresar el porqué. Los autores de fichas
de gran tamaño y complejidad como
El
Jueves, Joyas Literarias Juveniles,
Claro de Luna, Pequeño País, Can Can, El DDT contra las penas… tenían en
Whakoom exactamente los mismos contenidos que en
Tebeosfera, y eran fichas con imágenes que habían sido localizadas o escaneadas única y exclusivamente para
Tebeosfera (en muchos casos no existía otra referencia en toda la red internet para esos contenidos y no se acreditaba la cesión o propiedad de los materiales por ninguna persona física o figurada).
Ejemplo de una de las decenas de miles de fichas de Whakoom copiadas de Tebeosfera en todos sus datos: la imagen, los datos de edición, y los autores (estos dispuestos en el mismo orden exacto en el que se ofrecen en la ficha de Tebeosfera, que no es alfabético sino por dedicaciones).
Whakoom no había solicitado permiso alguno a Tebeosfera, ni habíamos tenido ningún contacto con sus representantes o responsables. Ellos estipulaban un claro fin lucrativo en su actividad (una colección con más de cincuenta ítems implicaba abonar 20 euros a la empresa) y no aparecía en sus fichas mención de copyright, permiso otorgado o responsabilidad en la confección de las fichas. Por lo que respecta a Tebeosfera, si bien era palmaria la copia masiva de datos e imágenes, no se nos acreditaba como fuente en ninguna ficha, a lo cual obliga nuestra clausula legal (
http://www.tebeosfera.com/documento_legal/).
El 26 de febrero de 2014 nos
pusimos en contacto por escrito con esta empresa para instarles a retirar los
contenidos presuntamente tomados de
Tebeosfera,
solicitando que indicasen a sus usuarios que en lo sucesivo no debían copiar imágenes,
datos ni textos de nuestro sitio web sin solicitar permiso previo, sin citar la
fuente y sin acreditar a sus propietarios. La primera respuesta no vino de ellos, vino de un abogado, que se puso en contacto con Manuel Barrero por teléfono para intentar “intermediar en el conflicto". O sea, antes de
recibir siquiera un comentario por parte de alguien de la empresa decidieron acudir a un representante legal, en una actitud que no suele tomar alguien que tiene la conciencia tranquila y que hubiera respondido a nuestro mensaje con normalidad, a vuelta de correo. Nos negamos a tratar el tema con abogados y
exigimos una contestación con los responsables de la empresa. Contestaron poco después, aduciendo que no veían razón para nuestra queja porque ellos se limitaban a poner a disposición de
sus usuarios ciertas herramientas que no vulneran la ley (según el artículo 16 de la
LSSI), aun reconociendo el valor de Tebeosfera como fuente de referencia y acudiendo a tecnicismos comunes como:
“En el caso de tener conocimiento
específico de un uso ilícito, actuaremos en consecuencia retirando dicho
contenido de Whakoom” (…) “La forma de actuar si se diera esta situación, es
que ustedes, como propietarios de los derechos, vayan reportando de forma
fehaciente los contenidos en los que consideren que hay una infracción.
Nosotros verificaríamos la información y, de confirmarla, procederíamos a la
retirada de los datos que hayan motivado la petición”. De esta forma eludían pronunciarse con respecto a las
exigencias de responsabilidad que les hacíamos.
El 27 de febrero de 2014, volvimos a solicitar la retirada de datos apropiados de Tebeosfera, por entender que no existía
ninguna postura de carácter amistoso por parte de la empresa, partiendo de que
no acreditaban ninguna fuente ni habían solicitado los preceptivos permisos (y habían comenzado a copiar los textos descriptivos de los tebeos también). Es más, ni siquiera se habían identificado como interlocutores con
nosotros y seguían sin hacernos llegar los nombres de las personas responsables de subir tantas fichas idénticas a las dispuestas en Tebeosfera.com. El
mismo 27 de febrero, la empresa Whakoom (no una persona) respondió citando varias sentencias y precedentes legales que venían a decir que:
“el titular de los derechos [sobre los datos copiados] debe
advertirnos de forma pormenorizada y caso por caso de que se está alojando obras que le pertenecen sin la
correspondiente autorización” [subrayado en el original]. atenderemos encantados cualquier notificación
suya en la que nos indique contenidos de nuestros usuarios que pudieran
lesionar los derechos de su asociación, los cuales serían retirados a la mayor
brevedad”.
El 3 de marzo
de 2014 Manuel Barrero escribe de nuevo a Whakoom solicitando básicamente tres
acciones:
“- que Whakoom indique a sus usuarios de forma
clara e inequívoca que no pueden hacer uso del trabajo de terceros sin solicitar permiso previo y sin identificar la fuente
original de la información.
- que Whakoom
incluya un campo para que sus usuarios indiquen el origen de la información
suministrada, ya sea de un ejemplar original o de una fuente externa como
Tebeosfera, en cuyo caso deberán proporcionar el enlace a esa fuente.
- que Whakoom,
en un ejercicio de transparencia similar al de la mayoría de sitios web,
identifique clara y públicamente a cada autor responsables de cada
aportación, de forma que sea posible localizarlos si se detecta una infracción y poder solicitar su retirada o reemplazo.”
También se les exige que se
identifique el interlocutor con el que estamos tratando.
El 6 de marzo de 2014 recibimos
la respuesta de Whakoom con una propuesta de acuerdo amistoso, con condiciones, que extractamos a continuación:
«Por
parte de Whakoom:
-
Informar de forma clara y concisa a los usuarios […] sobre la normativa de
derechos de autor, con un mensaje del estilo: “Recuerda que no puedes utilizar
material de terceros sujeto a derechos de autor sin su consentimiento”.
-
Habilitar un apartado de “Referencias” en las pantallas de edición, en el que
los usuarios puedan informar de forma sencilla y visible - en forma de enlace -
sobre las fuentes de información […]
- Incluir un listado que indique qué usuarios
han formado parte en la elaboración de cada una de las fichas de los cómics.[…]
Dichos
cambios […] no podrán ser con carácter retroactivo […] para implementar estos
cambios en un plazo máximo de tres meses.
Por
parte de Tebeosfera:
-
Tebeosfera se compromete a no reclamar, ni a Whakoom ni a sus usuarios, la
retirada de Whakoom de cualquier contenido que considere de su propiedad […]
-
Cesar con carácter inmediato su campaña
difamatoria contra Whakoom, tanto por parte de la Asociación como de sus
miembros.»
Se aclara que en ningún momento habíamos hecho público nuestro descontento (salvo la solicitud en algunas fichas de Whakoom de retirar los contenidos copiados), así que no cabía exigir el cese de ninguna
campaña difamatoria.
Ejemplo de otra colección cuyos datos fueron directamente tomados de Tebeosfera sin acreditar su fuente ni indicar al responsable de su incorporación a Whakoom.
Comprobada la negativa de esta empresa
a satisfacer nuestras peticiones (tan solo insertaron una advertencia a sus
usuarios sobre el uso de información sujeta a derechos de autor, que fue sistemáticamente obviada por quienes siguieron incorporando fichas a Whakoom), Manuel
Barrero solicitó el 4 de marzo de 2014 una valoración del caso por parte de la
Asociación de Críticos y Divulgadores de Cómic
(ACDCómic) de la que Tebeosfera es
miembro. Su presidente, José Antonio Serrano, contestó a Barrero indicándole
que se había puesto en contacto telefónico con uno de los fundadores de
Whakoom y que este le había remitido material (que incluía los mensajes de
carácter privado emitidos a esa empresa por nosotros) para su valoración por
la Junta Directiva de ACDCómic.
El
8 de marzo de 2014 recibimos una resolución de la Junta Directiva de ACDCómic
en la que aludía a un "problema de comunicación" derivado de haber tratado el asunto por correo electrónico. En realidad fue Whakoom quien nos exigía que reclamáramos por escrito. Al parecer, lo relevante del problema para ACDCómic era el modo de intercambiar ideas, si bien Serrano se
puso en contacto telefónico con Whakoom pero nunca con la ACyT para
recabar más información por nuestra parte. En contra de lo esperado, ACDCómic
se manifestó de acuerdo con la línea “defensiva” de la empresa de Whakoom y no accedió a plantear un debate público sobre el asunto con el fin de determinar cuáles son las buenas prácticas para la divulgación sobre cómic en internet (bajo el amparo de la ley) y dónde se establece el límite para comerciar con el trabajo de los autores o los divulgadores, como era el caso (y que también somos autores). Su falta de solidaridad nos contrarió en principio, y más aún que no iniciase un debate en privado dentro del seno de la ACDCómic; a la cual pertenecemos, se insiste.
En paralelo, varios colaboradores de Tebeosfera intentaron
exigir a Whakoom la retirada de contenidos incorporados por ellos mismos a
Tebeosfera (sin que existiera en
internet otra fuente para esas imágenes o datos), o sea, actuando como propietarios de una labor de catalogación y siguiendo al pie de la letra
los requisitos impuestos por la empresa. El “departamento de revisión de
contenido” de la empresa Whakoom añadió acto seguido la exigencia de que había que especificar los enlaces de cada
ficha copiada claramente, uno a uno, indicando el enlace de su ficha en Whakoom.
Y así se hizo, laboriosa y pormenorizadamente, pero tras diversos intercambios y aclaraciones ninguna ficha en Whakoom
fue retirada, y los contenidos
siguen sin estar acreditados, ni sus fuentes. La respuesta final de Whakoom fue la siguiente:
«Tenemos que informarle que la información de Editorial,
Número, Fecha, etc es un tipo de información que no está protegida por la Ley
de Propiedad Intelectual, por lo que nos es imposible realizar su retirada.
Para
proceder a la retirada de las portadas de los cómics de las que usted se dice
autor, editor o cesionario en exclusiva de los derechos de propiedad intelectual
que recaen sobre todas y cada una de las portadas, necesitamos que nos remita
la documentación que lo acredite de cada una de ellas. Si no tuviera en su
poder el documento solicitado o si su traslado a esta parte pudiera dilatar en
exceso el procedimiento de retirada, le instamos a que, subsidiariamente, nos
transmita por esta misma vía cualquier elemento de juicio que nos permita, al
menos indiciariamente, concluir que efectivamente la portada cuya retirada nos
solicita se está difundiendo sin el consentimiento de sus autores o editores.»
El proceso para lograr la retirada de cada contenido (de decenas de miles de fichas) implicaría que nos dedicáramos exclusivamente a eso y no a estudiar los tebeos o a practicar contrastes y catalogarlos. La única opción válida, pues, era la demanda judicial para obligar a la eliminación de contenidos en bloque. Aunque varios miembros de la ACyT sí que eran propietarios de algunos contenidos, decidimos no iniciar acciones legales.
Para nuestra sorpresa, el 11 de marzo de 2014, el presidente
de la ACDCómic, José Antonio Serrano, publicó un extenso reportaje sobre Whakoom
en su página web
Guía del cómic, descrito como una suerte de volcado de apuntes tomados durante una investigación pero que a nuestro juicio y a ojos de otros observadores no era solamente descriptivo, también era promocional y hasta laudatorio de la actividad de la empresa citada, a la vez que desdeñoso hacia la labor de
Tebeosfera,
proyecto que dejaba en mal lugar porque se esforzó en mostrar ejemplos concretos y poco representativos de errores en nuestro Gran Catálogo para ponerlos en contraste con las "acertadas" fichas que ofrecía a sus usuarios Whakoom
.
Para nuestra asociación este comportamiento del presidente de la ACDCómic planteaba una discriminación evidente y contradictoria: no sólo no se esforzó por defender los intereses altruistas de sus asociados sino que además alentaba los intereses lucrativos de una empresa cuyos objetivos no son la crítica o la divulgación del cómic, sino comerciar con portadas y datos. A día de hoy seguimos indefensos ante el
evidente usufructo del trabajo de los colaboradores de
Tebeosfera por parte de Whakoom, y aunque es posible recurrir a una demanda legal, ni creemos que sean formas
de resolver la situación, ni desde luego es un modo barato de obtener el
respeto que creemos merecer.
Para nosotros ha supuesto una enorme decepción la falta de apoyo de ACDCómic, sociedad que fue creada para representar y defender los intereses de los estudiosos del cómic en España. La ACyT, hasta hoy socia como entidad de ACDCómic se ocupa de eso: divulgar, estudiar y catalogar la historieta y los tebeos españoles, generando documentos
teóricos de relevancia y llevando a cabo variados proyectos de investigación, y siempre sin afán lucrativo alguno.
Sirva esta declaración para conocimiento de los teóricos españoles,
socios o no de ACDCómic y/o ACyT, así como de los usuarios y no usuarios de
Whakoom.
Asociación Cultural Tebeosfera, 16 de mayo de 2014.